Desde la perspectiva de la Paz Imperfecta se concibe que la Paz tiene valor en sí misma y no se encuentra supeditada a la presencia de violencias. Es decir, la existencia de violencias Directas, Estructurales y Culturales no implica la no existencia de la Paz. Se entiende que la Paz y las Violencias son realidades independientes que coexisten en las convivencias humanas, dado que la Paz no es absoluta, sino “imperfecta” (Muñoz, 2001).
La Paz, entonces, debe interpretarse como un proceso inacabado e imperfecto que emerge en el marco de las relaciones entre seres humanos. Es decir, un proceso vivo y activo constantemente producido por los seres humanos que no se encuentra imposibilitado por la existencia de violencias. Dicho de otro modo, la presencia de Violencia Directa en un determinado espacio-tiempo, no supone la no existencia de espacios, momentos, o acontecimientos en los que las personas logran atender sus necesidades relacionándose pacíficamente.
Los principales rasgos de la Paz Imperfecta son:
- Paz como fenómeno social independiente, dotado de valor en sí mismo, y no subordinado a la existencia, o no, de violencias.
- Paz como una realidad social imperfecta y no absoluta: la paz y las violencias pueden coexistir, porque somos los seres humanos quienes optamos por unas u otras prácticas, pacíficas, o violentas.
- Paz como proceso relacionado con las prácticas pacifistas de los seres humanos: Todos y todas podemos ser actores de paz.